La inteligencia o coeficiente intelectual es muy importante, pero no lo es todo para lograr sentirnos plenos. Siempre escuchamos que no sólo debemos regirnos por lo que nuestra mente nos indique, sino también por lo que nuestro corazón sienta. ¿Sabes qué es la Inteligencia Emocional y cuáles son los signos que demuestran que tienes un nivel adecuado de este rasgo? O por el contrario, si no estás muy seguro de tener desarrollados estos signos, ayúdate de ellos para identificar tus áreas de oportunidad en cuanto a Inteligencia Emocional (IE) se trata.
¿Qué es la Inteligencia Emocional?
La IE considera la importancia de las emociones como una parte intrínseca de nuestra psicología, es decir, de nuestro comportamiento y actividad mental. De esta forma, la Inteligencia Emocional nos ayuda a los seres racionales a comprendernos a nosotros mismos y a los demás desde la parte, justamente, más emocional y no sólo desde lo racional.
La IE nos ayuda a entender de qué manera podemos influir –de modo adaptativo e inteligente– tanto sobre nuestras emociones como en nuestra interpretación de los estados emocionales de los demás.
La IE es muy importante pues tiene un aspecto fundamental en la manera en la que socializamos, así como en nuestras estrategias de adaptación en el que nos desarrollamos, considerando el aspecto laboral, familiar o de relaciones interpersonales.
Rasgos que muestran que tienes una IE alta
Autoconocimiento emocional
Se refiere a cómo nuestros propios sentimientos y emociones influyen en nuestra conducta y capacidades. El conocerse a sí mismo es primordial para poder tomar las mejores decisiones en nuestro caso.
Autorregulación emocional
La gestión de emociones nos brinda la capacidad de reflexionar y enfrentar lo que sentimos sin dejarnos llevar por impulsos inmediatos. Es saber identificar cuáles son las emociones que merecen ser aprovechadas y cuáles desechar pues no nos traen ningún beneficio. Esta habilidad emocional está relacionada altamente con nuestra capacidad de lenguaje para poder encontrar narrativas justas que expresen nuestro sentir sin caer en impulsos o imprudencias.
Empatía
La empatía es poder reconocer las emociones que se generan en los demás, pues las relaciones interpersonales tienen como base fundamental una correcta interpretación de las señales que el otro nos da incluso de manera inconsciente y no verbal. El detectar esas emociones ajenas nos ayuda ampliamente a establecer relaciones sanas y vínculos duraderos y estrechos con aquellas personas o incluso, lugares de trabajo, con los que deseamos permanecer.
Automotivación
El mantenerse positivos y optimistas ante los retos nos motiva a ser mejores personas. Enfocar nuestras emociones hacia metas nos permite enfocar nuestra atención en los objetivos y no en los obstáculos, incluso, a disfrutar del proceso siendo pacientes.
La capacidad de automotivarnos para llegar a las metas que nos benefician, nos permite dejar atrás el miedo, un factor que no nos es útil.
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Habilidades sociales
Una buena relación con otras personas es necesario para nuestra felicidad personal e incluso para desempeñarnos como deseamos dentro de nuestros trabajos y en nuestras familias. El saber cómo relacionarse con las demás personas muestra Inteligencia Emocional, reconociendo el nivel de cercanía o incluso de utilidad.
Mantener relaciones con personas positivas siempre es lo más aconsejable y mantener una buena relación con personas poco positivas que se desarrollan en nuestro mismo entorno también lo es.
#DespiertaTuPoderInterior y manténte en contacto con tus emociones, ponte en el lugar del otro con #LaRedDeTusEmociones y piensa que siempre podemos encontrar una mejor versión de nosotros mismos.
