No es una novedad escuchar que una actitud positiva nos ayuda a tomar mejores decisiones e incluso a tener mayor bienestar físico y mental, pero ¿sabes por qué los optimistas duermen más y mejor?
Tal como lo lees, nuestro ciclo del sueño puede verse afectado de manera positiva o negativa por la actitud que tenemos. Los problemas son una parte esencial de la vida, y el encontrar las mejores estrategias para resolverlos nos da mayor aprendizaje y experiencia en la vida, de manera que podemos asimilarlos con madurez y no presentar sentimientos negativos y frustración tan fácilmente.
Relación entre el sueño y el optimismo
El estudio, publicado en Behavioral Medicine, que respalda que las personas optimistas duermen y descansan mejor, fue realizado a casi 3 mil 500 personas de entre 32 y 51 años por la Universidad de Illinois en Estados Unidos.
A lo largo de esta investigación se destacó que cuanto más optimista es una persona, tiene mayores probabilidades de tener mejor calidad en su sueño e incluso a dormir más horas.
Los factores que tomaron en cuenta
Los niveles de optimismo de los participantes se midieron en una encuesta que contemplaba diez puntos en los que se les pidió que calificaran en una escala del 1 al 5 qué tanto estaban de acuerdo con ciertas afirmaciones positivas y otras no tanto, entre ellas: «Siempre soy optimista sobre mi futuro», «apenas espero que las cosas salgan como deseo».
El factor estrés
A lo largo del estudio, sus autores se percataron de que la positividad amortigua los efectos del estrés, y como bien se sabe, el estrés puede ser uno de los ingredientes principales para padecer insomnio. Las personas que participaron en este estudio registraron información sobre su sueño en un par de ocasiones y con cinco años de diferencia, de manera que se tuviera registro de un período significativo.
En este se calificó su calidad de sueño y el número de horas que durmieron en promedio durante el mes anterior. También se les solicitó que compartieran información sobre cuándo tenían insomnio, el número de horas de sueño real de cada noche y si calculaban tardar mucho tiempo en conciliar el sueño.
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Además de esta muestra de participantes, se sumó la investigación un estudio
complementario.
Duración, calidad y actitud
Con estos datos, lo que se buscó deducir es información sobre la duración del sueño de cada persona que participó, su calidad de sueño y la actitud que tenían mientras dormían, un proceso que se registró con monitores a lo largo de tres noches, dos de ellas durante la semana y otra más, de fin de semana. Estos monitores recolectaron información sobre la duración de su sueño, el porcentaje de tiempo que durmieron en toda la noche y la inquietud que mostraban mientras dormían.
De esta manera, recolectando todos los datos, la puntuación de optimismo de los participantes se detectó el 78% o más probabilidades de tener una mejor calidad de sueño, además de gozar de seis a nueve horas de sueño por noche. Las personas que mostraban mayor positividad fueron 74% más propensos a no mostrar síntomas de insomnio o somnolencia durante el día.
Los optimistas duermen más y mejor
«Los optimistas son más propensos a participar en el afrontamiento activo centrado en el problema y a interpretar los eventos estresantes de manera más positiva, lo que reduce la preocupación y los pensamientos rumiantes cuando se duermen y a lo largo de todo su ciclo de sueño», señala Rosalba Hernández, líder de la investigación, que tiene como antecedente su participación en un estudio anterior en que además se observó que las personas optimistas tienen el doble de probabilidades de gozar de una salud cardíaca óptima.
Los autores del estudio concluyen indicando que el factor del optimismo no garantiza como regla general un sueño reparador, pues se requerirían más estudios para estar seguros de ello, pero sí es un signo revelador y alentador sobre un estado de salud óptimo.
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