En Holatelcel, cuando te recomendamos algún celular, te hablamos de su procesador, una de las características más importantes de cualquier teléfono inteligente. Así, te hemos dicho, por ejemplo, que el Samsung Galaxy S6 tiene un chip de ocho núcleos, mientras que el LG G4, uno de seis núcleos, pero ¿realmente sabes a qué se refieren éstos?
Empecemos por lo básico. El procesador es el “cerebro” de tu smartphone: se encarga de ejecutar las órdenes; los núcleos son las “neuronas”, las que permiten decodificar una mayor cantidad de datos, de forma rápida.
Mientras más núcleos tenga tu celular, más rápido leerá y concretará procesos. Cada uno de éstos funciona de manera independiente para responder a las instrucciones dictadas por el software.
Supongamos que tu celular cuenta con un procesador de cuatro núcleos. Si inicias una app de juegos, uno de los núcleos se ocupará de reproducirla; el resto quedará a la espera.
Mientras estés jugando, imagina que entra una llamada; otro de los núcleos se encargará de procesar los datos necesarios para que puedas contestarla sin problemas.
Así, por lo general, entre más núcleos, mejor será el rendimiento, ya que se podrán repartir con mayor velocidad los requerimientos.
Además, es importante decir que la respuesta que tenga tu smartphone, también depende de su memoria RAM, la cual puede almacenar datos e instrucciones de manera temporal.
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Por último, te queremos contar que desde el procesador se indica si un celular será compatible con la red 4G, si grabará en 4K, si ofrecerá sonido de máxima calidad, si contará con niveles avanzados de seguridad y si tendrá alternativas de ahorro de energía, entre otras opciones.
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