10 razones por las que un maestro siempre te sacaba del salón

Ser maestro no es cosa fácil, ya que no sólo se trata de transmitir conocimientos y enseñar algo en específico, también implica cuidar y soportar travesuras que todos hicimos alguna vez como estudiantes. Es por eso que, en este Día del Maestro, no sólo se festeja el buen trabajo que ellos hacen, sino que también sirve para recordar esos momentos incómodos y divertidos cuando te regañaban, o peor, ¡te sacaban del salón!

Seguramente recuerdas alguna vez que te hayan sacado del salón injustificadamente, a todos nos pasó. Probablemente porque los maestros se hartaban y para ellos era la solución más fácil. Por esa razón, nos dimos a la tarea de investigar las razones más absurdas por las que algunas personas fueron desterradas del salón de clase. ¿Alguna de ellas te sucedió?

1. Por preguntar cosas sin sentido

Cuando el profesor preguntaba si había dudas sobre el tema y salías con un “¿Puedo ir al baño?”. Si tenías suerte el maestro sólo te regañaba, pero si lo agarrabas de malas, te podía sacar del salón. Justo como al Chavo del 8.

2. Por comer en clase

Cuando eras niño, el recreo era para jugar y divertirte con los amigos, mientras que en las clases hacías todo lo posible por comerte tu lunch a escondidas. Claro que, si te cachaban, de inmediato te sacaban del salón y no podías terminar tu rica torta de jamón.

3. Por copiar la tarea

En estos casos lo mejor era que te corrieran de la clase, ya que si le decían a tu mamá, era peor imaginar cómo es que te iba a regañar en casa.

4. Por hacerte el gracioso

Tal vez es una de las cosas que más hacen desesperar a un maestro. Cuando te agarra “el payaso” con tus amigos y por cualquier cosa te gana la risa. Era muy divertido, pero esa diversión terminaba cuando el profesor te sacaba con todo y tu bolita de amigos.

5. Por andar de “novios” en clase

No sólo te sacaban del salón, te mandaban a dirección y hasta con reporte a tu mamá, cuando sin querer te cachaban agarradito de la mano de tu entonces novi@.

6. Por copiar durante un examen

Los maestros eran expertos en hacer los exámenes más difíciles del mundo, donde a veces no quedaba otra alternativa más que intentar copiar al de al lado. ¡Pero aguas con que te cacharan!, porque no sólo te sacaban del salón, te quedabas sin calificación.

7. Por quedarte dormido en clase

Entrar a clases desde las siete de la mañana tal vez es de lo poco que no extrañas de la escuela. Era inevitable quedarte dormido una que otra vez si el profesor no paraba de hablar. Su mejor solución era sacarte del salón para poder despertar.

8. Por jugar con el celular

En estos días ya es más común que los niños y niñas carguen con un celular a todos lados. Sin embargo, hace unos años estaban prohibidos en las escuelas y quien sacara uno en horas de clase, regresaba a su casa sin celular y hasta con reporte.

¿Qué sería de tu vida sin tu smartphone? Ahora es súper necesario estar conectado a redes sociales con la mejor cobertura. Además, si cuentas con Noches de Internet Sin Límite, ya no es necesario sacar tu celular en clase, pues puedes navegar desde las 10 pm y hasta las 7 am ¡sin límite! ¿Te imaginas que sencillo hubiera sido hacer la tarea con estos beneficios?

9. Por olvidar la tarea

Era horrible que pasara; desde olvidar la cartulina hasta dejar en casa la tarea que estuviste haciendo toda la noche y que al final no guardaste en tu mochila. Además de enojarte contigo mismo por distraído, también te sacaban del salón por incumplido.

10. Por platicar mucho

No servía de nada que el maestro te cambiara de lugar para no platicar con los de alrededor, siempre encontrabas la forma de hacer nuevos amigos y no parar de hablar. Lo triste es que el maestro se desesperaba y mejor te sacaba del salón.

Eso sí, una de las mejores etapas de la vida siempre será el de haber sido estudiante, y aunque te sacaran varias veces del salón, ahora son lindos recuerdos que compartes con tus mejores amigos. Por esa razón, este 15 de mayo felicita a ese gran maestro que te enseñó muchas cosas, te regañó, pero que siempre llevarás en el corazón. ¡Feliz día!

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