Si eres de los afortunados que creció en la década de los 90, pasaste horas frente a la televisión y disfrutando de películas como Jumanji, Mi pobre angelito o Matilda; déjanos decirte que tuviste una de las mejores infancias de la vida.
Y, hablando de Matilda y lo bello que era ver ese tipo de películas. ¿Puedes creer que este clásico del cine ya cumplió más de 20 años?
Sí, así como leíste, la memorable película de la pequeña niña superdotada que no encajaba con su familia y escuela se estrenó en el verano de 1996, cuando Danny DeVito decidió llevar esta historia a la pantalla grande y tomar el papel como el papá de Matilda. Tal vez en aquel entonces no te diste cuenta de las grandes lecciones de vida que esta cinta dejó en todos nosotros. Pero no te preocupes, a continuación te compartiremos de qué estamos hablando para que recuerdes lo mejor de este clásico.
1. No hay nada mejor que ser autosuficiente
Con apenas tres años de edad, Matilda tuvo que aprender a cuidarse ella sola. Se peinaba, arreglaba y hasta se preparaba esos ricos hot cakes que a todos se nos antojaban. No hay nada mejor que ser independiente y hacer tus propias cosas, sin importar la edad que tengas.
2. Siempre encontrarás compañía en un buen libro
Si eres de los que disfrutan los pequeños placeres de la vida, no nos dejarás mentir que no hay nada mejor que una tarde tranquila disfrutando un buen libro. Algo que le aprendimos a Matilda, que no encontró mejores amigos que los personajes de sus libros favoritos cuando más sola se sentía. ¿Lo recuerdas?
3. Los adultos también tienen miedo
Cuando eres pequeño, es impresionante la cantidad de cosas a las que le tememos. Erróneamente, creemos que al crecer todo eso se esfumará, ¡pero gran error! Con Matilda aprendimos no sólo que los adultos temen igual o más que los niños, sino que también pueden ser castigados y aprender lecciones cuando lo merecen.
4. Todos tienen derecho a ser felices
Sin importar de dónde vienes, qué es lo que te gusta, cuál es tu pasado o cómo es tu familia; siempre tienes derecho a ser feliz y disfrutar de lo que haces y a quienes quieres. La maestra Miel fue ejemplo de esto, ya que al igual que Matilda, encontraron la felicidad, sin importar todo lo que habían sufrido.
5. Tus diferencias son tu mejor atributo
Nunca niegues quién eres y mucho menos te avergüences de tus habilidades. Para Matilda, su inteligencia y superpoderes fueron sus mejores atributos, los cuales aprovechó al máximo y la hicieron ser única entre todos.
6. Tu familia siempre estará contigo
Como la tradicional frase lo dicta, “Los amigos son la familia que uno escoge”. La maestra Miel y Matilda lograron formar su propia familia, así como todos sus amigos de la escuela, quienes a pesar de sólo ser amigos, significaron mucho para la pequeña Matilda.
7. ¡Nunca te resistas a un pastel de chocolate!
Esta lección se la debemos a Bruce, cuando indebidamente come del pastel de la malvada Tronchatoro. Claro que eso estuvo mal, pero la enseñanza aquí es que, sin importar nada, no te resistas a ser feliz y disfrutar de esos pequeños placeres. Ya después te preocupas por la dieta y el ejercicio.
¿Hace cuánto no ves esta película? Tal vez este es el momento justo para que recuerdes lo bueno de tu niñez disfrutando de Matilda y pongas en práctica todas las lecciones que esta película alguna vez te dio, mientras revives tus escenas favoritas.