Ramón Urías se está acostumbrando a llegar a las alturas en poco tiempo, pues en dos años se ha ganado el respeto en el beisbol de nuestro país y pronto debutará en las grandes ligas de seguir por este camino.
Ramón Francisco Urías nació el 3 de junio de 1994, en Magdalena de Kino, Sonora. A sus 22 años, ya presume un campeonato de Liga Mexicana con los Diablos Rojos, equipo para el que debutó en 2013, luego de juegos de experiencia previa en la liga de novatos de República Dominicana.
En 1998 jugó la Olimpiada Nacional donde consiguió la medalla de oro en beisbol para Sonora. Esa fue una participación especial para el estado, pues se trata de la única ocasión en que una entidad se lleva la presea en las tres categorías: Infantil, Prejuvenil y Juvenil.
En su etapa de novato perteneció a los Rangers de Texas, pero lo dejaron libre dos años después, justo antes de llegar al equipo capitalino.
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En su primer año como Diablo Rojo fue utilizado como corredor y bateador emergente, teniendo participaciones muy limitadas. Esto no impidió que produjera tres carreras en su año de debut y que también conectara su primer doblete, dando muestras de sus habilidades con el bate.
Así llegó al 2014, temporada en que se dio la oportunidad a los jóvenes para convertirse en estrellas. Urías fue de los principales beneficiados en la campaña de renovación y sus números a la ofensiva lo demuestran.
En 85 partidos de temporada regular bateó para .262 de porcentaje, con 61 hits, 12 dobletes, 3 triples y 6 homeruns. Además produjo 39 carreras y anotó en 37 ocasiones.
Fue habitual verlo como segundo en el orden al bate de Miguel Ojeda, en ese entonces manager del equipo. Ramón supo adaptarse al estilo de juego del ‘Negro de Guaymas’ que apostaba por fabricar carreras con velocidad en las bases y toques de bola sorpresivos.
En los playoffs de esa campaña, Urías mantuvo el ritmo y fue pieza fundamental para que el equipos escarlata se coronara por decimosexta ocasión en su historia, venciendo en cuatro juegos a los Pericos de Puebla.
Lejos de relajarse tras la coronación, dejó en 2015 números impresionantes, conectó 140 hits y anotó 91 carreras. También sumó a su cuenta 20 dobletes, 4 triples, 10 homeruns y 55 producciones.
La velocidad fue otra de sus herramientas al sumar 12 robos de base, pero esa campaña no pudo consolidarse con el bicampeonato, pues los Diablos Cayeron en siete juegos contra Tijuana.
Estos grandes números en dos temporadas llevaron al sonorense a probar suerte en el beisbol invernal, formando parte de Águilas de Mexicali en la LMP.
Cabe destacar que pertenecía al club desde 2013, pero en 2015 se adueñó de la titularidad y llegó hasta la final. Su labor fue aclamada por la afición y prensa local, catalogándolo como “el Chico Maravilla” del equipo.
Los logros ahí no pararon, pues el 22 de febrero se anunció su participación en los campos de entrenamiento de los Padres de San Diego.
Fue una gran oportunidad de probarse con jugadores de Grandes Ligas, pero la institución decidió que aún no es el momento de su debut, por lo que Urías juega una temporada más como diablo.
Pese a que se integró tarde al equipo y a una lesión, tiene buenos números en la campaña del 2016. En 43 partidos batea para .301, con 20 carreras producidas, 9 dobletes y un triple. Estas estadísticas las registró antes de terminar el mes de junio, por lo que sus números pueden mejorar en julio y agosto.
Solamente el tiempo nos dirá hasta dónde llegará, pero con esos grandes logros que ha conseguido, tiene el potencial para brillar en el beisbol del más alto nivel.
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