Samsung estrena la línea Galaxy Tab S, integrada por dos modelos de tablets (8.3 y 10.5 pulgadas), que presumen ser las más delgadas (6.6 milímetros) y ligeras de la compañía surcoreana, hasta el momento.
Estos dispositivos destacan por su pantalla Super AMOLED, con resolución de 2560 x 1600 pixeles, y están equipados con la tecnología Adaptive Display, que mejora la experiencia visual.
En cuanto a procesador, estarán disponibles con un Samsung Exynos 5 o con un Qualcomm Snapdragon 800, según la conectividad que integren y el mercado al que vayan. En cualquiera de los dos casos, tendrán 3 GB de memoria RAM, 16 o 32 GB de almacenamiento, ampliable por medio de tarjetas microSD, y sistema operativo KitKat (Android 4.4).
Con un diseño que mantiene el estilo y la línea del Galaxy S5, las Galaxy Tab S incluyen la misma textura punteada en la parte posterior que el smartphone, y estarán disponibles en colores bronce titanio y blanco. Asimismo, llevarán un sensor de huellas dactilares.
En cuanto a las cámaras, la principal es de 8 megapixeles y la frontal de 2.1, y en conectividad habrá dos opciones a elegir: Wi-Fi o LTE.