Los smartphones están tan ligados a nuestras actividades que, durante el tiempo que los usamos, acaban llenos de archivos, información y datos, tanto personales como profesionales, que obviamente no queremos que vayan a parar a manos ajenas. Por eso, si ha llegado el momento de cambiar de teléfono y piensas regalar o llevar a reciclar el que usas actualmente, te recomendamos asegurarte de que este último esté completamente “vacío”, sin ningún archivo que contenga información sensible sobre de ti.
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Hacerlo es muy fácil, y lo primero que te recomendamos es realizar un respaldo de lo que sí quieres conservar. Enseguida, debes borra todos los datos y archivos del smartphone, tanto de la memoria interna como de la tarjeta externa, en caso de que la incluya; la forma de hacerlo depende de la versión de tu sistema operativo, pero en general el menú de “Almacenamiento” es el que posibilita esta acción. Aquí tienes que seleccionar las
opciones: “Borrar tarjeta SD” y “Borrar almacenamiento interno”. Luego, para estar aún más seguro de que la tarjeta de memoria externa se va “limpia”, sácala del dispositivo, colócala en el adaptador o lector de tarjetas y formatéala desde tu computadora. Esto elimina cualquier archivo y rastro de información. El último paso es restaurar los valores de fábrica del smartphone. Este proceso varía según el sistema operativo y la capa de personalización del fabricante. Con las versiones de Android anteriores ve a Menú > Configuración > Privacidad > Restablecer datos de fábrica. Con las versiones recientes, la ruta es: Menú > Configuración > Personal > Copias de Seguridad > Restaurar valores de fábrica. En un dispositivo iOS, debes seleccionar Configuración > General > Reset > Borrar todos los contenidos y ajustes. En el caso de Windows Phone, ve a Configuración > Información > Restablecer configuración inicial. De esta manera, puedes estar seguro de que tu smartphone se va sin rastro de tus archivos y datos personales, y puedes llevarlo con total confianza al centro de reciclaje más cercano o regalarlo sin ningún temor.