Estamos a tan solo unos días de tomarnos un descanso de la rutina con motivo de Semana Santa. Pero si estás apurado entregando los últimos pendientes y no has podido planear un viaje, ¡no te compliques! Existen muchos destinos cercanos a CDMX donde podrás relajarte, disfrutar de la naturaleza, comer deliciosos antojitos y lo más importante ¡a un bajo costo! Estas son nuestras opciones:
1. San Sebastián Bernal, Querétaro – Sé feliz con vino y gorditas
La buena vibra de Querétaro te da diferentes opciones para divertirte en estas fechas. Por ejemplo, si tienes experiencia y un equipo adecuado puedes escalar el tercer monolito más grande del mundo. Pero si lo tuyo no es la altura, elige algo más seguro como un safari que rodea una parte de la Peña de Bernal; la idea es disfrutar de la flora, la fauna y un súper paisaje.
Después del paseo estamos seguros que desearás comer, así que una buena opción al pie de la Peña serán las famosas gorditas de maíz quebrado. No olvides probar las de nopales en penca y rajas con queso. Y para bajar la comida, a 15 minutos hallarás los Viñedos Azteca para que puedas degustar los vinos de la región.
2: Huasca de Ocampo, Hidalgo – ¡A pescar se ha dicho!
¿Conoces lo relajante que puede ser oír el agua de una cascada caer? En este pueblo mágico podrás visitar los Prismas Basálticos que son columnas de basalto en la barranca de Santa María Regla. En el mundo solo hay dos lugares en donde existen este tipo de formaciones: en Inglaterra y en nuestro hermoso México. Pasea por sus senderos, pierde tu miedo a las alturas en sus puentes colgantes y la tirolesa. Para una tarde relajada, puedes pescar truchas o hacer un un picnic a la orilla de la Presa de San Antonio, que esconde una hacienda inundada.
Antes de que caiga la noche, si eres amante de las leyendas y cuentos de terror, visita el Museo de lo Duendes; en medio del bosque encontrarás una cabaña llena de misticismo, dedicada a estas pequeñas criaturas. Otros lugares cercanos por conocer son La ex Hacienda de San Miguel Regla y la Peña del Aire.
3. El Oro, Estado de México – Cena de dentro de un vagón de tren minero
Este pueblo minero te robará el corazón por su historia y sabor. Puedes pasear a caballo a la orilla de la Presa Brockman, subirte a cuatrimotos y practicar ciclismo de montaña. Visita el Museo de la Minería y el Tiro Norte para conocer la historia que esconde el lugar. Después no olvides pasar por la antigua estación de tren; en lo que era la bodega, se ha instalado el Centro Artesanal donde podrás comprar todo tipo de artesanías. Si ya es Semana Santa y sigues pensando en la junta que tendrás con tu jefe al regresar, prueba la tradición de El Oro para curarse de espanto; la “chiva”, una bebida verde de anís y hierbas ¿te atreves?
Olvida la dieta con unas sabrosas carnitas y barbacoa. Para la cena, haz reservación en el restaurante “Vagón Express Minero”, que literalmente es un vagón, en donde sirven las tradicionales enchiladas rieleras. Hace mucho frío por las noches, así que vete bien abrigado o acompañado de alguien que te abrace. Asegúrate de hospedarte en una cabaña con chimenea para darle el tono romántico al viaje.
4. Tepoztlán, Morelos – Relájate en un temazcal
Es de valientes subir el cerro del Tepozteco, pon a prueba tu condición, llega a la pirámide que se encuentra en la cúspide y tómate la mejor selfie. Al bajar debes consentirte con una exótica nieve de sabor ¡prueba la de aguacate! Después olvídate del estrés de la oficina y la cansada subida en un spa; una increíble opción es elegir la medicina tradicional y darte un baño con el vapor de un temazcal.
Por la tarde camina por sus calles empedradas y por la noche diviértete visitando los diferentes antros y bares de la región.
5. Taxco, Guerrero – Sumérgete en aguas color turquesa
No es necesario que seas religioso para disfrutar de la famosa procesión que se escenifica en las calles de Taxco cada año. Además, podrás encontrar diversas actividades para divertirte; por ejemplo nadar en las Pozas Azules de Atzalá, visitar las Grutas de Cacahuamilpa, viajar en el teleférico y comprar artesanías hechas de plata para llevarles recuerdos a tu familia.
Es imperdonable no probar el mole rosa, hecho a base de pétalos, piñón, nueces y chocolate blanco; la salsa de jumil, un pequeño insecto de las zonas húmedas de la región; y la deliciosa cecina.
6: Malinalco, Estado de México – Vuela en parapente
En la zona arqueológica Cuauhtinchan conocerás sobre la historia de los mexicas. También estarás pisando el mismo lugar donde hace cientos de años se realizaban ritos de preparación militar.
Este pueblo mágico te ofrece una variedad de actividades para disfrutar la naturaleza, como camping, recorrido en motos y ciclismo de montaña. Pero si lo tuyo es la adrenalina podrás elegir rappel, escalada, tirolesa o aventurarte en un parapente. Desde lo alto lograrás obtener las mejores imágenes.
No te vayas sin comer en “Las Truchas”, donde obviamente este platillo es su especialidad; intenta tú mismo pescarla y pedir que te la cocinen empapelada y frita, gratinada, al mojo de ajo o a la diabla; cualquiera que sea tu elección, ten por seguro que probarás un manjar.
A todos estos destinos puedes llegar en auto, así que invita a tus mejores amigos para compartir gastos. En muchos existe la opción de acampar, por lo que el costo del hospedaje ya no es pretexto para quedarte en CDMX. Captura tus mejores momentos y compártelos con tus amigos en Instagram sin preocuparte por tus megas; recuerda que con los planes Telcel disfrutas de tus redes sociales ilimitadas y gozarás de la red con mayor cobertura.