Aunque algunas imágenes como esta parecen estar en movimiento, en realidad, son estáticas y pueden enseñarnos ciertas cosas sobre el funcionamiento de la vida, de nuestro cerebro y nuestros ojos.
En un estudio publicado en la revista Frontiers in Human Neuroscience, los psicólogos pusieron a prueba esta ilusión óptica con 50 hombres y mujeres con visión normal y, descubrieron que entre mayor era la respuesta de un participante a la ilusión, más dilatación había en su pupila, pero ¿Qué significa todo eso?
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Por si no lo sabías, a diario las pupilas se ajustan de manera inconsciente a la luz de nuestro entorno; en ambientes oscuros se dilatan para ver más luz y en ambientes con mucha iluminación se hacen pequeñas para evitar la sobreexposición.
En ese sentido, cuando miras la ilusión, el agujero aunque está estático, da la sensación de oscurecerse. Fenómeno para el cual no parece haber ninguna explicación lógica, puesto que la imagen nunca cambia.
El autor del estudio y profesor de psicología en la Universidad de Oslo, Bruno Laeng, dice que: “la ilusión hace que algo cambie en nuestra mente” y cree que eso se debe a la corta distancia que tiene el agujero central con los otros puntos negros; que dan la sensación de entrar en un túnel oscuro, causando que nuestras pupilas se dilaten.
Por otro lado, el estudio logró comprobar que el efecto de la ilusión varía con distintos colores, siendo la combinación del agujero negro con el fondo de color magenta; la que causa mayor efecto en nuestros ojos.
Aún así, los resultados también arrojaron que el 14% de los participantes no se dejaron llevar por la ilusión y por lo tanto, no tenían idea de qué ocurría con las imágenes, pues solo eran capaces de ver la ilustración en dos dimensiones.
Dichos resultados del año 2012, hicieron que los científicos llegaran a la conclusión de que el efecto que tiene en nuestros ojos la ilusión Asahi; es similar a los cambios que experimentan nuestros ojos cuando caminamos bajo el sol parcialmente obstruido por los árboles o nubes.
Sin embargo, aunque el experimento sirvió para demostrar una respuesta en las pupilas, los científicos mencionaron que hay mejores experimentos para demostrar esas respuestas y que el problema central que buscaban resolver era el de entender:
¿Cómo es que nuestros ojos se adaptan automáticamente a distintos ambientes de iluminación?
A diferencia de las cámaras fotográficas profesionales o las de nuestros teléfonos. Nuestros ojos son capaces de almacenar en tiempo real la información visual de todo lo que nos rodea y enfocar lo que nos interesa; sin tener que elegir lo que queremos guardar en la memoria y con la capacidad de adaptarse a todos los ambientes.
En ese sentido, debido a que nuestra visión es un asunto de elección, es probable que las imágenes que hayamos visto a lo largo de nuestra vida, junto con nuestras experiencias; terminen modificando la forma en que apreciamos nuestro mundo, causando un efecto similar a lo que vimos con la fotografía viral del vestido en el 2015; donde algunos mencionaban que era blanco con dorado o azul con negro.
A partir de eso, los científicos llegaron a la conclusión de que tanto en el caso del vestido como en la ilusión de Asahi, nuestro cerebro hace suposiciones sobre lo que ve, lo cual quiere decir que la información que obtenemos sobre el mundo no es precisa. Dicho de otra forma, el cerebro a menudo no sabe lo que ocurre y por lo tanto, intenta adivinar las respuestas correctas de lo que consideramos como real.
Abriendo el debate sobre si ¿Aquello que vivimos todos los días, podría fundamentalmente ser una ilusión? Teniendo en cuenta que las ilusiones ópticas son otra prueba de que existen enormes diferencias entre lo que vemos y lo que en realidad está frente a nosotros.
Aunque a menudo usamos nuestros ojos con cierta naturalidad, se necesita tiempo para que la luz llegue a nuestros órganos sensoriales, los cuales, envían una respuesta a nuestro cerebro, donde procesamos las imágenes e intentamos entenderlas.
Por lo tanto, cuando nuestro cerebro se pone al día con el presente, el tiempo ya avanzó y el mundo ya es distinto. Por lo que algunos científicos consideran que el cerebro al ver cualquier objeto, intenta predecir el futuro para que podamos percibir nuestro presente.
En conclusión, ver la ilusión del agujero no es un defecto, sino una característica humana que indica que nuestro cerebro y nuestros ojos intentan adivinar nuestro futuro, para que podamos ser capaces de ver el mundo como lo pensamos y en ambientes de mucha oscuridad.
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