Listo: te has puesto en forma con ejercicio constante. Sea para lucir increíble o porque quieres afrontar el reto de los 42 kilómetros del Maratón CDMX Telcel. No ha sido fácil, pero lo has hecho. Has pasado tantas horas entrenando, que tienes miles de anécdotas qué contar: cosas que te van pasando mientras entrenas o actitudes que tomas ante determinadas circunstancias.
Por ello, a continuación recopilamos algunos momentos divertidos/curiosos/dolorosos, con los que sabrás si vas por el camino correcto del fitness. ¿Te identificas con alguno de ellos? O, lo que es lo mismo: ¿ya estás listo para afrontar retos mayores?
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1) Los primeros días son difíciles
Levantarte temprano nunca ha sido tu fuerte y menos en fin de semana… Pero piensas: “¡Estoy haciendo una inversión en mi vida!”
2) La ropa y zapatos SÍ importan
Buscas los más cool, o los que tenga la tecnología más innovadora. Lo importante es sentir que con ellos, cualquier ejercicio es más fácil.
3) No puedes hacer ejercicio sin música
Dicen que la mejor motivación es la música. Por eso armas la mejor lista, la que te dará ese empujón cuando más lo necesites. Cantar mientras lo haces es opcional…
4) Tu coach te da la rutina… y tú no sabes cómo hacerla…
¿Barra EZ? ¿Plancha? ¿Squats? ¿Y eso qué demonios es? Por suerte, siempre hay algún despistado como este:
5) Te preguntas por qué tanto dolor
Los días siguientes, te duelen partes del cuerpo que jamás pensaste que existían, como los tendones de Aquiles. Y el ligamento cruzado anterior, los cuadríceps, los tendones de la corva, y hasta las pupilas.
6) Te da más sed que nunca
¿Y esa sensación de gripe, náuseas o dolor de cabeza que te da después del ejercicio? Es deshidratación. Buscas desesperadamente el sagrado H2O, como perdido en el desierto.
7) Te obsesionas con los smartwatchs
No sólo te cronometran tus mejores tiempos: también te dicen tu ritmo cardiaco, así como las calorías que con tanto esfuerzo vas quemando.
8) …Y las selfies
¿La mejor manera de comprobar tus “ganancias” o una meta superada?: ¡Una selfie! Nada como publicarla en tus redes sociales, para que todos vean que lo lograste.
9) El ejercicio es la mejor terapia
Después de un día estresante, nada mejor que ponerte tus tenis y sacar todas las frustraciones de la jornada con una buena sesión.
10) ¡Te sientes Rocky!
Cada vez que corres, suena en tu mente el tema de la legendaria saga de box. Ni qué decir de cuando subes unas escaleras: ¡eres el rey del mundo!
11) Te unes a un club, o vas con un amigo
Ya entraste de lleno al mundo fitness, pero como que te falta algo. Entonces decides sacar tu membresía del gym o club deportivo e invitar a un amigo para que juntos se motiven.
12) Una carrera o evento deportivo te motivan
Quedas maravillado y motivado cuando formas parte de un evento. Escuchas que gritan tu nombre durante una carrera y ves el nivel de esfuerzo y orgullo que demuestran tus camaradas deportistas. ¡Motivación pura!
13) Comer después del ejercicio es lo mejor
La fatiga se te olvida al ver ese plato lleno de carbohidratos. Sí, sí, sí: también un poco de proteína y vegetales, pero… ¡CARBOHIDRATOS!
14) Te sientes más atractivo
El esfuerzo tiene sus recompensas. Lo notas cuando esa atractiva persona se te quede viendo y piensas: “¡Oh por Dios! ¿Acaso ese bombón me está mirando?” ¡Yeah!.
15) Buscas nuevos retos
Cada vez que rompes tu récord personal, quieres más. ¿Qué te parecería correr los 42 km del Maratón CDMX Telcel?
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