Hoy en día tenemos la capacidad de poder vivir más tiempo que nuestros antepasados, ya que la evolución, hábitos como la higiene, pero sobre todo los avances de la medicina continúan siendo gigantescos y permiten curar enfermedades que antes se consideraban mortales. El progreso ha sido tan increíble que hemos pasado de vivir en promedio 40 a 80 años, algo muy poco probable para personas de otras épocas.
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La revista Nature destacó recientemente que aunque soñemos (no todos) con ser inmortales, esto no es posible debido a que nuestra especie está diseñada para vivir por un tiempo determinado -aún no se sabe cuál es el máximo- y después desaparecer.
En ese mismo artículo se menciona el caso de la francesa Jeanne Calment, quien es considerada el ser humano más longevo de la historia, pues alcanzó nada más y nada menos que los 122 años antes de morir por causas naturales en 1977.
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En busca de la nueva droga antiedad, un experimento ha estado utilizando la droga Metformina, usada para la diabetes, en ratones con el fin de extender su periodo de vida, así como la calidad de la misma.
A raíz de sus positivos resultados, el doctor Nir Barzilai ha pugnado en la corte estadounidense que se permita el uso de esta droga en pacientes humanos, para verificar si es posible replicar los efectos vistos en ratones.
La Federación Estadounidense para la Investigación del Envejecimiento (AFAR por sus siglas en inglés), una organización sin fines de lucro que patrocina este estudio, señala en su sitio web que el objetivo de este novedoso ensayo clínico es comprobar si esta droga puede demorar la aparición de condiciones vinculadas a la edad como el cáncer, la enfermedad cardiovascular y el mal de Alzheimer.
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“Los avances más recientes permiten entender mejor los procesos moleculares del envejecimiento, lo cual abre camino a intervenciones que buscan retrasarlo”, señaló Luigi Montana, profesor de la Universidad de Washington.
Esto y el tener buenos hábitos como disciplina y llevar una buena alimentación, hacer ejercicio y llevarse la vida tranquila son factores clave que, según los científicos, alargan y garantizan una mejor calidad de vida.
