La compañía OwnFone acaba de poner a la venta el primer teléfono Braille comercial en el mundo. Si bien no es el único que se ha desarrollado, sí es el primero que puede llegar a manos de los consumidores.
Se creó con una impresora 3D, y su diseño se puede personalizar, tanto en acabados de diferentes colores como al colocarle los botones correspondientes a los cuatro contactos más usados, que serán insertados en sistema Braille en la parte frontal del equipo.
De esta forma, el propietario del teléfono solo tendrá que tocar los botones para leerlos y oprimir aquel al que necesite llamar.
Para los que no pueden leer Braille, la compañía puede imprimir teclados con letras y números en relieve.
El dispositivo, que por ahora sólo está disponible en el Reino Unido, facilita reducir los costos de producción y comercializarlo a un precio accesible, de acuerdo con sus creadores, gracias a la impresión 3D.