Cada año, desde el 2001, el 22 de mayo se celebra el Día Internacional de la Diversidad Biológica. La fecha fue instituida por la Asamblea General de las Naciones Unidas en diciembre del 2000 con la finalidad de conmemorar la creación del Convenio sobre la Diversidad Biológica (realizada ese mismo día, en 1992), y de crear conciencia sobre su conservación.
Los tres objetivos del acuerdo son la conservación de la biodiversidad, el uso sustentable de sus componentes y la participación justa y equitativa de los beneficios que genera el uso de los recursos genéticos.
En el documento se define la biodiversidad como la variedad de organismos vivos (plantas y animales) que coexisten en los diferentes ecosistemas terrestres y acuáticos, así como los complejos procesos ecológicos de los que forman parte.
Para este año, el tema de la celebración es la diversidad biológica de las islas, ya que estas áreas constituyen ecosistemas únicos, donde se encuentran muchas especies vegetales y animales endémicas.
Dicha biodiversidad es importante para los medios de subsistencia, la economía, el bienestar y la identidad cultural de los 600 millones de personas que habitan las regiones insulares, quienes conforman la décima parte de la población mundial.
Además, la elección del tema coincide con la designación de 2014 como el Año Internacional de los Pequeños Estados Insulares en Desarrollo.
México es uno de los países con mayor diversidad biológica del mundo, ya que alberga entre el 10 y 12 por ciento de las especies del planeta. Esto se debe a su privilegiada posición geográfica, a sus diferentes climas y a su compleja topografía.
Por otro lado, la nación también es uno de los países que concentra el mayor número de lugares con un alto índice de especies en peligro de extinción en el mundo, debido a la actividad humana y su impacto ambiental.
Ante esto, diversos grupos y asociaciones en pro del ambiente se esfuerzan constantemente para proveer campañas de concientización y para tomar las medidas necesarias que ayuden a la conservación de la flora y fauna, así como de sus hábitats.
Tal es el caso de la Alianza WWF-Telcel, que surgió en el 2003 con el objetivo de conservar los bosques de hibernación de la mariposa Monarca (Michoacán y Estado de México).
Actualmente, además de la mariposa, esta asociación es parte del esfuerzo del Instituto de Ecología de la UNAM y la Comisión Nacional de Áreas Naturales Protegidas, para apoyar el desarrollo de estrategias de preservación para el jaguar, y también trabaja junto a los científicos mexicanos más reconocidos en un programa de conservación en el Mar de Cortés y la península de Baja California, para preservar especies como las grandes ballenas, delfines, tiburones y tortugas marinas.
Para conocer más acerca de las actividades que realiza la Alianza WWF-Telcel y sumarte a su esfuerzo en pro de la conservación del ambiente y la biodiversidad, te invitamos a visitar el sitio “La naturaleza nos llama”.