El doctor Gerardo Ceballos, del Instituto de Ecología de la UNAM e integrante del proyecto de conservación del jaguar de la Alianza WWF-Telcel, dio una conferencia esta mañana en Aldea Digital, en la que habló sobre las actividades que su equipo realiza en México, y específicamente en la Reserva de la Biósfera de Calakmul.
La charla comenzó con un panorama sobre el jaguar y su importancia para el equilibrio ambiental. Este felino, que fue considerado una deidad por las culturas prehispánicas, habita en las regiones tropicales, selvas secas e incluso en las zonas desérticas del norte de México.
En la actualidad, el jaguar es una especie amenazada, debido a que ha perdido buena parte de su hábitat (necesita alrededor de 60 mil hectáreas para vivir durante un año).
De 1900 a la fecha, refirió el especialista, México se ha quedado sin la mitad de sus bosques, selvas y manglares, y cada año se pierden, en promedio, 400 mil hectáreas más.
Ceballos y su equipo de científicos de la Alianza WWF-Telcel trabajan para preservar estos ecosistemas. Además, realizan el monitoreo de los jaguares en las diferentes regiones del país, especialmente en la mencionada Reserva de la Biósfera de Calakmul, que cuenta con más de un millón y medio de hectáreas.
Ante una audiencia atenta y participativa, el investigador explicó que para llevar a cabo la observación y monitoreo de los felinos, utilizan cámaras trampa (fototrampeo), que, gracias a sus sensores de movimiento, se activan cuando pasan los jaguares (incluso han detectado cazadores que entran ilegalmente a las reservas).
Con las imágenes, los científicos pueden darse una idea de cuántos jaguares hay en cada área y conocer más sobre sus hábitos.
Por otro lado, se utilizan los collares equipados con tecnologías de telemetría (transmisión por medio de radio señales) y geoposicionamiento satelital, con los que se puede saber dónde está cada jaguar que lo trae puesto, cuánto se mueve, hacia dónde se dirige, cuáles son sus amenazas en cada zona, entre otros datos.
Ceballos agregó que por medio de estas investigaciones y los datos obtenidos, se ha logrado determinar que en México aún existen alrededor de 4 mil jaguares (una quinta parte de la población que había hace unos 60 años), y que la región con mayor población es la península de Yucatán, donde habitan unos 2 mil ejemplares.
¿Y cómo colocan un collar al jaguar? El científico explicó que lo primero es encontrarlo con ayuda de perros sabuesos, quienes lo olfatean y persiguen, hasta que logran que suba a un árbol, ya cansado.
Entonces, todo el equipo (integrado por biólogos, médicos veterinarios y guías locales) se acerca, y es cuando aprovechan para sedarlo. Después lo bajan con cuidado del árbol, lo revisan y, en caso de que tenga alguna herida o enfermedad, le dan el tratamiento necesario. Posteriormente se le coloca el collar, que lo mantendrá monitoreado durante un año y enviará a los científicos los datos de su ubicación y movimientos.
Cabe destacar que dichos collares no afectan a los animales, ya que están diseñados para permitirles la movilidad y no pesan más del 5 por ciento del peso del felino.
Ceballos destacó que la tecnología que emplean, tanto en las cámaras como en los collares, es cara, y su uso en México ha sido posible gracias al apoyo de la Alianza WWF-Telcel.
Finalmente, el científico invitó a los asistentes a sumarse para ayudar a la conservación del ambiente. Para esto, sugirió cambiar los hábitos de consumo para reducir nuestro impacto ambiental (por ejemplo, preferir los productos orgánicos, así como artículos reciclables y biodegradables), no tirar basura y no contaminar, así como no comprar animales silvestres como mascotas.
Por otra parte, dijo que “es importante involucrarse y participar: hay que dejar de ser espectadores, convirtámonos en actores del cambio. Cuando vean que hay algún movimiento ciudadano para salvar a las especies, firmen, infórmense y movilícense”.
Si quieres tener más información acerca del programa de conservación del jaguar y de las demás especies que apoya la Alianza WWF-Telcel, puedes visitar el sitio “La naturaleza nos llama”.
Y para saber más sobre temas de ecología y conservación en México, consulta la página del Instituto de Ecología de la UNAM, así como la web de Ecotips.