El miedo es una emoción universal que se activa ante situaciones percibidas como amenazantes, pero también puede buscarse como una forma de entretenimiento. Debido a esto, el cine de terror es uno de los géneros más populares y rentables de la industria cinematográfica. Pero ¿qué nos lleva a disfrutar de esas sensaciones que normalmente tratamos de evitar?
Las claves para entender nuestro gusto por el cine de terror
1. Nuestra respuesta física al miedo
Según la psicología, el miedo es una respuesta natural y adaptativa que tiene el ser humano para enfrentarse a situaciones que considera peligrosas o dañinas. Es decir, cuando tienes miedo, se activa tu sistema nervioso simpático, encargado de controlar a ciertos órganos durante situaciones que requieren una activación rápida.
Algunos ejemplos de lo anterior son el aumento del ritmo cardíaco, la respiración acelerada, la sudoración, la tensión muscular y la dilatación de las pupilas. Lo curioso de esto es que cuando vemos películas de terror, buscamos activar las funciones antes mencionadas como una forma de diversión o placer.
Esto puede deberse a que, además de la adrenalina, que se activa en situaciones de miedo, estrés o placer, el cerebro también libera sustancias químicas, como la dopamina y las endorfinas, que producen una sensación de euforia, bienestar y alivio.
Además, el miedo experimentado en un contexto seguro y controlado, como el cine, permite al espectador liberar tensiones al enfrentar sus propios temores.
2. La forma en que se hacen las películas de terror
Ahora bien, para experimentar las respuestas físicas que mencionamos, el cine de terror utiliza técnicas narrativas y estímulos para generar miedo en el espectador, aprovechando los instintos humanos y los temores culturales.
Algunas de las técnicas narrativas más frecuentes son:
- La creación de tensión, suspenso, expectativa y misterio, que mantenga al espectador interesado hasta el final de la película.
- Construir situaciones en que el espectador pueda identificarse con los personajes y sea capaz de ponerse en su lugar, a través de la empatía y compasión.
- Sorprender y desconcertar al espectador, con giros y finales inesperados que rompan sus esquemas mentales y aumenten su incertidumbre, incluso terminando la película.
- Utilizar estímulos incondicionados, es decir, aquellos que generan miedo o sobresalto de forma automática e involuntaria, como los ruidos intensos, los movimientos súbitos o las imágenes grotescas.
Cabe destacar que, a menudo, el cine de terror se basa en los temores más comunes; miedos universales que compartimos los seres humanos, como la muerte, lo desconocido, la soledad, el dolor o la pérdida. Estos pueden variar según la época, la cultura o la personalidad de cada individuo y suelen tener un origen biológico o social.
Por otro lado, algunos efectos positivos que pueden experimentar los fanáticos del cine de terror son el fortalecimiento de los vínculos familiares o de pareja –al compartir las emociones y experiencias con personas que ven la misma película– y el desarrollo de la imaginación y la creatividad.
Si tú también quieres experimentar los beneficios que te brindan las películas de miedo, recuerda que puedes disfrutar de las mejores películas de terror y suspenso con tu Plan Telcel Plus* que incluye suscripción a Claro video.
Sigue al tanto de tus series y películas favoritas gracias a la conectividad de #TelcelLaMejorRed con la mayor Cobertura y Velocidad.
Cuéntanos, ¿cuál es tu película de terror preferida?
*Más información en Telcel.com
Ahora ve: