Como con cualquier experiencia en línea, el anonimato trae ventajas para los esports. El hecho de no saber quién se sienta del otro lado de la pantalla; o si incluso es la misma persona siempre, se presta para situaciones poco éticas. DOTA 2, el MOBA de Valve, ha tenido problemas muy graves de smurfs y boosters desde su creación.
Para los que no saben: los smurfs o pitufos son jugadores de alto nivel que abren cuentas nuevas para empezar desde niveles bajos y abusar de su mejor nivel para ganarle a novatos. Mientras que los boosters son jugadores de alto nivel que entran a la cuenta de otras personas para subirlas de categoría a cambio de compensación monetaria.
En juegos como Overwatch o League of Legends, ambos fenómenos son bastante comunes e incluso aceptados, con streamers que tienen cuentas smurf para intentar cosas que no harían o podrían hacer a niveles más altos. Todo esto con el fin de entretener.
Pero Valve ha tomado una postura muy estricta al respecto bloqueando cuentas desde principios del 2019. También han implementado nuevas medidas en su sistema para una detección más efectiva de estos tramposos. El día de ayer Valve publicó el siguiente tweet en su cuenta oficial:
We have banned over 40,000 accounts for players who were found abusing matchmaking. These bans will now appear as game bans in Steam as well as being matchmaking bans in Dota 2.
— DOTA 2 (@DOTA2) February 11, 2020
Bloqueos severos
Cuando antes sólo bloqueaban la capacidad de entrar a la búsqueda de juegos de DOTA, ahora el bloqueo es mucho más severo. El gran problema con los smurfs y boosters es que hacen menos disfrutable la experiencia para los jugadores novicios. Esto a su vez no deja que el juego crezca porque existe una barrera artificial de habilidad para poder jugar el juego. En este momento Valve está poniendo el ejemplo con sus medidas drásticas. La pregunta es: ¿Tomarán este ejemplo los demás desarrolladores? Lo única que queda es esperar y observar.
¿A ustedes que les parece la existencia de smurfs y boosters?