Probablemente alguna vez te ha pasado o conoces a alguien a quien le sucedió, que su teléfono quedó inservible después de caer al agua. Es algo muy común. Por ello, marcas como Sony y Samsung han equipado sus dispositivos de gama alta con tecnologías que los hacen sumergibles, mientras que otras marcas como HTC, Motorola, Nokia y Huawei tienen modelos que sólo resisten salpicaduras o agua vertida.
Existen diferentes certificaciones de protección frente al agua; éstas se nombran de acuerdo con el código IP de la International Electrotechnical Commission (IEC), que se encarga de establecer un estándar para los mecanismos de protección frente a polvo y agua de todo tipo de dispositivos electrónicos.
La estructura de la nomenclatura es muy sencilla. Se compone por las letras IP y dos números, el primero de éstos indica el nivel de protección contra al polvo y el segundo frente al agua. Mientras mayor sea el valor, mejor protección tendrá el gadget en cuestión.
En el caso de la resistencia al agua, éstas son las certificaciones que existen (la “X” representa a la cifra que se refiere al polvo):
- IPX0: sin protección especial.
- IPX1: protegido contra el agua vertida.
- IPX2: protegido contra el agua vertida cuando está inclinado hasta 15 grados con respecto a su posición normal.
- IPX3: protegido contra el agua rociada.
- IPX4: protegido contra las salpicaduras de agua.
- IPX5: protegido contra el agua en chorros a presión.
- IPX6: protegido contra chorros a alta presión.
- IPX7: protegido contra los efectos de la inmersión.
- IPX8: protegido contra inmersión a cierta profundidad (hasta 3 metros) que cada fabricante especifica.
Para tomar algunos ejemplos, el HTC One M8 tiene una certificación IPX3, el Galaxy S5, una IPX7 y el Xperia Z2, una IPX8. Esto significa que el modelo de HTC sólo está protegido contra el agua rociada (para usarlo bajo la lluvia o tomarlo con las manos mojadas); mientras que el de Samsung se encuentra protegido contra los efectos de la inmersión hasta un máximo de un metro de profundidad y durante poco tiempo. El de Sony cuenta con la certificación más alta, que permite sumergirlo hasta 1.5 metros durante 30 minutos.
¿Por qué es útil contar con un smartphone resistente al agua?
En primer lugar, porque estamos tan habituados a estos dispositivos que, literalmente, los usamos hasta en el baño. Tanto así que, según información difundida por Sony, uno de cada 5 reportes de equipos dañados es porque el móvil cayó accidentalmente al escusado.
Con un equipo resistente al agua, esto (casi) deja de ser un problema. Además, si lo tuyo es escuchar música mientras te bañas, también puedes hacerlo sin temor a que tu teléfono se dañe por alguna salpicadura.
Por otro lado, con el clima tan cambiante que tenemos últimamente, ya no se sabe cuándo puede caer una tormenta. Con uno de estos equipos, no pasa nada si se moja en la lluvia, e incluso puedes sacarlos para hacer una llamada, mandar un mensaje o filmar.
Estos dispositivos “todoterreno”, además, son un buen “acompañante” si vas a la playa, a la alberca, de excursión y de campamento. Asimismo, con los que tienen la mayor protección, es posible tomar fotos y videos submarinos.
Finalmente, al estar en una situación tan sencilla y común como una comida con la familia o con amigos, las posibilidades de que ocurra un accidente con algún vaso de líquido derramado son altas. Si tienes un smartphone resistente al agua, puedes sacarlo sin temor para tomar fotos y video de ese momento, ya que si se ensucia o le cae agua, sólo tienes que limpiarlo.
¿Tú ya tienes un smartphone resistente al agua o te gustaría tener uno? También cuéntanos si alguna vez tu teléfono ha sufrido algún accidente con líquidos.
